Sanfic3 terminó. Vi 35 películas, algunas muy buenas y otras que trataré de olvidar rápidamente. Las buenas en su mayoría francesas (a pesar de que Raveau no tenía confianza en ellas) y latinas: “Changement d’adresse”, de Emmanuel Mouret; “Ça brûle”, de Claire Simon; “Nacido y criado”, de Pablo Trapero; “La cáscara”, de Carlos Ameglio, y “Shirgo”, de Rodrigo Lebrija.
La olvidables, “Avida”, de Gustave de Kervern; “The disappeared”, de Peter Sanders”, “Niñas mal”, de Fernando Sariñana (aunque Raveau haya estado seguro de que era una de mis favoritas), y “Mercy”, de Patrick Roddy, con la que lamentablemente terminé el Sanfic.
Mérito a parte merecen otras cintas que por algunos detalles se convirtieron en filmes entretenidos de ver. “This is England”, de Shane Meadows, que vimos en una sala llena de skinheads que cantaban las canciones de la cinta, entre ellas Please, please, please, let me get what I want, en versión un músico llamado Clayhill; “Bucarest 12:08”, del rumano Corneliu Porumboiu, que más que por su guión, me conquistó la idea del periodista rostro, pero que no es periodista y el personaje de Emanoil Piscoci, un viejo enamorado que me conquistó con el relato de las flores y las vacaciones, y “Analog day”, la continuación del video “1979”, de Smashing Pumpkins, que sin contar nada nuevo muestra una etapa de la vida difícil de no reconocer, el paso de la juventud a la adultez. El tiempo en que hay que comenzar a tomar decisiones.
De las chilenas rescataría dos. El documental de Sebastián Moreno “La ciudad de los fotógrafos”, una mirada al trabajo de los gráficos durante la dictadura que me hizo llorar las dos veces que la vi. Me pone triste el relato de Oscar Navarro y la canción el “Viejo comunista”, de Manuel García, y “La vida me mata”, de Sebastián Silva, que tiene una muy buena fotografía y un gran guión en el que estuvo, obvio, metido Peirano.
De las pelis de la Escuela no mucho que decir. Ya las había visto así que creo que eso hizo que fueran aún más somníferas. Lo que sí fue pésimo fue la exhibición de “Rabia”, la cinta apenas se veía. En cuanto a “Malta con huevo”, es entretenida, pero no pasa de eso.
Bueno y las ganadoras fueron finalmente, “Familia tortuga”, de Rubén Imaz Castro en la competencia latinoamericana, cinta que la verdad no me gustó mucho, y en la competencia internacional, increíblemente ganó “Red Road”, de Andrea Arnold. La cinta protagonizada por Kate Dickie y el dotado Tony Curran. Sé que anduve rayando la papa todo el día con esta cinta, pero es que hubo un gigantesco motivo que nunca antes había visto por lo que me puse así, además fue el día de las películas con chicos guapos. Aunque, no encontré que fuera una gran cinta.
Bueno y se terminó... ahora Valdivia en octubre...
La olvidables, “Avida”, de Gustave de Kervern; “The disappeared”, de Peter Sanders”, “Niñas mal”, de Fernando Sariñana (aunque Raveau haya estado seguro de que era una de mis favoritas), y “Mercy”, de Patrick Roddy, con la que lamentablemente terminé el Sanfic.
Mérito a parte merecen otras cintas que por algunos detalles se convirtieron en filmes entretenidos de ver. “This is England”, de Shane Meadows, que vimos en una sala llena de skinheads que cantaban las canciones de la cinta, entre ellas Please, please, please, let me get what I want, en versión un músico llamado Clayhill; “Bucarest 12:08”, del rumano Corneliu Porumboiu, que más que por su guión, me conquistó la idea del periodista rostro, pero que no es periodista y el personaje de Emanoil Piscoci, un viejo enamorado que me conquistó con el relato de las flores y las vacaciones, y “Analog day”, la continuación del video “1979”, de Smashing Pumpkins, que sin contar nada nuevo muestra una etapa de la vida difícil de no reconocer, el paso de la juventud a la adultez. El tiempo en que hay que comenzar a tomar decisiones.
De las chilenas rescataría dos. El documental de Sebastián Moreno “La ciudad de los fotógrafos”, una mirada al trabajo de los gráficos durante la dictadura que me hizo llorar las dos veces que la vi. Me pone triste el relato de Oscar Navarro y la canción el “Viejo comunista”, de Manuel García, y “La vida me mata”, de Sebastián Silva, que tiene una muy buena fotografía y un gran guión en el que estuvo, obvio, metido Peirano.
De las pelis de la Escuela no mucho que decir. Ya las había visto así que creo que eso hizo que fueran aún más somníferas. Lo que sí fue pésimo fue la exhibición de “Rabia”, la cinta apenas se veía. En cuanto a “Malta con huevo”, es entretenida, pero no pasa de eso.
Bueno y las ganadoras fueron finalmente, “Familia tortuga”, de Rubén Imaz Castro en la competencia latinoamericana, cinta que la verdad no me gustó mucho, y en la competencia internacional, increíblemente ganó “Red Road”, de Andrea Arnold. La cinta protagonizada por Kate Dickie y el dotado Tony Curran. Sé que anduve rayando la papa todo el día con esta cinta, pero es que hubo un gigantesco motivo que nunca antes había visto por lo que me puse así, además fue el día de las películas con chicos guapos. Aunque, no encontré que fuera una gran cinta.
Bueno y se terminó... ahora Valdivia en octubre...
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